A ti
No quiero hacerme vieja y arrepentirme. Pensar en lo tonta que fui por dejar pasar esta o aquella oportunidad, por no hacer lo que realmente me apetecía. No quiero pasarme la vida escudándome tras una falsa dignidad, levantando la barbilla, pero bajando la mirada, para que no me hagan daño, para no arriesgar, para no perderme. Quiero perderme y encontrarme mil veces, que me encuentren o dejarme encontrar. Estoy harta de contenerme, de restringir mis palabras o mis actos, de autocensurarme. Se me pasa la vida y tengo muchas papeletas de sufrir cáncer o, lo que es peor, alzhéimer. No quiero perder el tiempo, si no es porque lo quiero perder. Pero ¿cómo se aprovecha la vida? No tengo ni idea, pero voy a intentarlo. A la mierda la cabezonería y el orgullo. Si voy a convertirme en una abuela enferma y olvidadiza, al menos, que tenga una sonrisa de oreja a oreja cada vez que consiga recordar pedacitos de mí. Recordar cuando me metías mano mientras conducías y sonreír. Recordar las di